Cables de ECG de un solo uso reducen las infecciones intrahospitalarias
November 8, 2025
En el entorno vital de los hospitales, acecha un enemigo invisible: las infecciones asociadas a la atención sanitaria (IAAS). Estas infecciones no solo amenazan la seguridad del paciente, sino que también imponen importantes cargas económicas a los sistemas de salud. Sorprendentemente, equipos de monitorización de ECG aparentemente inofensivos pueden servir como caldo de cultivo para patógenos. Este artículo examina el papel fundamental de los cables de ECG desechables en la reducción de los riesgos de infección y la mejora de la eficiencia de la atención médica.
En entornos clínicos, la monitorización por electrocardiograma (ECG) sirve como una herramienta vital para evaluar la función cardíaca. Desde sistemas simples de tres derivaciones hasta configuraciones completas de doce derivaciones, estos sistemas requieren electrodos colocados en los cuerpos de los pacientes para registrar la actividad eléctrica. Los diferentes sistemas de derivaciones sirven para propósitos distintos:
- Sistema de tres derivaciones: La configuración más básica que utiliza tres electrodos en el torso para la monitorización fundamental del ritmo.
- Sistema de cinco derivaciones: Amplía las capacidades de monitorización con dos electrodos adicionales, típicamente colocados cerca de las extremidades.
- Sistema de doce derivaciones: El examen más completo que utiliza diez electrodos (cuatro en las extremidades, seis en el pecho) para registrar doce derivaciones de ECG diferentes, proporcionando una evaluación cardíaca completa.
Estos electrodos se conectan a los monitores a través de cables de derivación, traduciendo las señales eléctricas cardíacas en formas de onda visuales que ayudan a los médicos a detectar y controlar arritmias y eventos cardíacos.
Si bien la monitorización de ECG salva vidas, puede contribuir inadvertidamente a las infecciones asociadas a la atención médica, complicaciones adquiridas durante la atención médica. Según la OMS, las IAAS se correlacionan con altas tasas de mortalidad y morbilidad. Los patógenos comunes incluyen SARM, Clostridioides difficile y Escherichia coli.
Las IAAS prolongan las estancias hospitalarias, aumentan los riesgos de mortalidad y crean importantes cargas financieras. Por ejemplo, el NHS del Reino Unido incurre aproximadamente 1.000 millones de libras esterlinas anuales por 300.000 casos de IAAS. En consecuencia, la prevención de infecciones sigue siendo una prioridad máxima de la atención médica.
La investigación indica que los cables y clips de ECG albergan con frecuencia bacterias, y más de la mitad plantean riesgos de infección. La estructura compleja de los cables reutilizables dificulta la limpieza a fondo; incluso con toallitas que no contienen lejía, la eliminación microbiana completa resulta un desafío. Los patógenos residuales pueden propagarse entre los pacientes, poniendo en peligro especialmente a las víctimas de quemaduras, a los pacientes postoperatorios y a aquellos con heridas abiertas.
Un estudio rastreó un brote de 21 casos de ERV en una UCI de quemados a cables de ECG reutilizables contaminados. Sin protocolos de desinfección estandarizados para los equipos de monitorización, las prácticas de limpieza varían ampliamente, desde ninguna limpieza hasta el uso de toallitas antimicrobianas, lo que aumenta aún más los riesgos de infección.
Los cables de ECG de un solo uso ofrecen una solución eficaz para el control de infecciones. Como parte de las estrategias integrales de prevención, los sistemas desechables como Kendall DL™ demuestran ventajas significativas:
- 14,3% de reducción en las infecciones estimadas del sitio quirúrgico durante la hospitalización
- 18-21% de reducción en los seguimientos a 30-60 días
- 25% de reducción estadísticamente significativa en las infecciones relacionadas con la CABG a los 90 días
La crisis de COVID-19 exacerbó las tensiones existentes en la atención médica. Antes de la pandemia, los hospitales del Reino Unido ya enfrentaban una escasez de personal del 12,1%, y el 61% de las enfermeras informaron que no tenían tiempo suficiente para una atención óptima al paciente. Durante los brotes, la limpieza terminal consumía un valioso tiempo clínico, a menudo realizada por enfermeras en lugar de personal de apoyo.
Los sistemas de monitorización desechables redujeron los riesgos de contaminación cruzada al tiempo que liberaron tiempo de enfermería que de otro modo se gastaría en la desinfección de equipos entre pacientes con COVID-19.
Más allá del control de infecciones, los electrodos desechables disminuyen los eventos de falsas alarmas. La fatiga por alarmas, cuando los médicos se desensibilizan a las alertas falsas frecuentes, plantea serios riesgos, ya que las advertencias críticas pueden pasarse por alto. Un ensayo aleatorio en EE. UU. mostró que los cables desechables redujeron:
- 29% menos alertas de fallo/desconexión de cables
- Reducciones estadísticamente significativas en los errores de monitorización
Caso 1: Paciente cardíaco de alto riesgo
Un receptor de trasplante renal diabético de 49 años con CABG reciente desarrolló dolor torácico recurrente. Sus múltiples factores de riesgo de infección (mal control glucémico, inmunosupresión, esternotomía reciente) hicieron que los cables de ECG desechables fueran ideales para la monitorización continua sin preocupaciones de contaminación cruzada.
Caso 2: Paciente anciano confundido
Un paciente de 87 años con deterioro cognitivo posterior a TAVI intentaba con frecuencia quitarse el equipo de monitorización. Los cables desechables con clips especializados mantuvieron la monitorización continua a pesar de la interferencia del paciente.
Caso 3: Paciente con COVID-19
Un paciente de 79 años con miocarditis relacionada con COVID y múltiples comorbilidades requirió una monitorización de ECG prolongada. Los cables desechables eliminaron la necesidad de limpieza entre pacientes al tiempo que redujeron los riesgos de exposición del personal.
Si bien ninguna intervención única puede eliminar las IAAS, abordar los vectores de contaminación cruzada conocidos sigue siendo esencial. Los cables de ECG desechables ofrecen beneficios multifacéticos: reducción de los riesgos de infección, disminución de las falsas alarmas y conservación de un valioso tiempo clínico. A medida que los sistemas de salud de todo el mundo enfrentan presiones crecientes, la adopción de sistemas de monitorización de un solo uso representa un paso práctico hacia una mayor seguridad del paciente y eficiencia operativa.

