Se Publica Guía de Técnicas Seguras de Electrocirugía Oftálmica
November 2, 2025
En el delicado ámbito de la cirugía oftálmica, cada milímetro de incisión y cada momento de control de la coagulación impactan directamente en el futuro visual del paciente. La extraordinaria precisión requerida en los procedimientos oculares exige tanto instrumentación avanzada como protocolos operativos meticulosos. Los dispositivos electroquirúrgicos se han convertido en herramientas indispensables en la oftalmología moderna, donde su uso seguro y eficaz influye significativamente en los resultados quirúrgicos y la seguridad del paciente.
La tecnología electroquirúrgica se ha convertido en un estándar en los procedimientos oftálmicos debido a su excepcional rendimiento en corte, coagulación, separación de tejidos, ablación y contracción. Esta tecnología funciona como un escultor maestro, ejecutando maniobras complejas dentro de campos quirúrgicos microscópicos para restaurar la visión de los pacientes.
El principio fundamental de la electrocirugía implica generar efectos térmicos en el tejido a través de corriente alterna de alta frecuencia (típicamente entre 100 kHz y 5 MHz). Esta producción de calor ocurre cuando la corriente de alta frecuencia pasa a través del tejido, causando vibración molecular que eleva rápidamente la temperatura del tejido, lo que lleva a la coagulación, vaporización o carbonización.
La configuración de voltaje varía según las aplicaciones específicas, oscilando entre 200 y 10.000 voltios. La selección depende del tipo de procedimiento, las características del tejido y los efectos de corte o coagulación deseados: voltajes más bajos para una coagulación precisa y voltajes más altos para un corte eficiente.
Una unidad electroquirúrgica (UEQ) estándar comprende dos componentes principales: el generador y el mango. El generador sirve como el núcleo del sistema, produciendo corriente con parámetros específicos de frecuencia y voltaje, mientras que el mango entrega esta energía al sitio quirúrgico a través de uno o más electrodos.
- Generador: La fuente de alimentación convierte la corriente alterna de baja frecuencia estándar en corriente de alta frecuencia mientras controla la frecuencia, el voltaje y la forma de onda. Los generadores modernos cuentan con múltiples modos operativos y sistemas integrados de monitoreo de seguridad que detienen automáticamente la salida durante las anomalías.
- Mango: Diseñado para una operación ergonómica, la interfaz directa del cirujano se conecta a varios accesorios (fórceps de electrocauterio, hojas) y típicamente incorpora controles manuales o de pie para la activación instantánea.
Los generadores electroquirúrgicos producen patrones de forma de onda distintos que dictan la interacción con el tejido:
- Onda continua: Genera efectos térmicos sostenidos principalmente para cortar a través de la rápida vaporización del tejido.
- Onda interrumpida: Produce calentamiento intermitente ideal para la coagulación al desnaturalizar las proteínas del tejido para lograr la hemostasia.
- Onda mezclada: Combina formas de onda continuas e interrumpidas para el corte y la coagulación simultáneos, con proporciones ajustables para obtener resultados quirúrgicos optimizados.
Las técnicas electroquirúrgicas emplean dos configuraciones principales con distintas vías de corriente y aplicaciones clínicas.
En los sistemas bipolares, la corriente fluye exclusivamente entre dos electrodos muy cercanos (típicamente puntas de fórceps) sin requerir un electrodo de retorno para el paciente. Esta configuración permite una coagulación precisa con efectos tisulares colaterales mínimos, particularmente valiosa en entornos fluidos, lo que le valió la designación de cauterio de "campo húmedo".
Los sistemas monopolares utilizan un único electrodo activo en el sitio quirúrgico con un electrodo de retorno para el paciente remoto (almohadilla dispersiva) que completa el circuito. Si bien es eficiente para cortar y coagular áreas grandes, la colocación incorrecta de la almohadilla dispersiva puede provocar lesiones térmicas. Los sistemas modernos incorporan características de seguridad para monitorear la integridad del contacto de la almohadilla.
Aunque a menudo se confunden, estas modalidades difieren fundamentalmente:
- La electrocirugía emplea corriente alterna de alta frecuencia a través del tejido del paciente
- El electrocauterio utiliza corriente continua para calentar una sonda que contacta el tejido sin penetración de corriente
- Los dispositivos de electrocauterio portátiles sirven para aplicaciones hemostáticas limitadas en comparación con los sistemas electroquirúrgicos integrales
La técnica electroquirúrgica adecuada previene los peligros para el paciente y el operador, incluidas quemaduras e incendios quirúrgicos.
- Guarde los mangos en soportes no conductivos cuando estén inactivos
- Emplee la configuración de potencia efectiva mínima
- Limpie regularmente las puntas de los electrodos para evitar la acumulación de escaras
- Evite materiales inflamables o entornos ricos en oxígeno
- Nunca use aislamiento de electrodos improvisado
- Evite el contacto del cable con instrumentos metálicos
- Mantenga campos y equipos quirúrgicos secos
- Examine la presencia de implantes metálicos, incluidos marcapasos
- Retire las joyas del paciente antes de la operación
- Coloque las almohadillas dispersivas en el músculo vascularizado cerca del sitio quirúrgico
- Aísle a los pacientes de objetos metálicos conectados a tierra
- Coloque los electrodos de ECG fuera de las vías de corriente
La inspección, limpieza y almacenamiento adecuados de rutina preservan la función y la longevidad del equipo. Las tecnologías emergentes prometen sistemas más inteligentes y precisos con monitoreo de seguridad mejorado para mejorar los resultados quirúrgicos oftálmicos.

